Ser un extraño y no de apariencia. Sentirse
en la piel de un humillado, un perdido.
En una edad que se supone preciosa,plena,
inentendible para algunos.
Yo no supe nunca que se podría sufrir tanto
por un amor (o una verdad)
No imaginaba ser tan fragil, como muchos,
encontrando solo una salida: la corrección a un error, o el cambio en la
psicología a través de la mente nada más.
¿Y el cuerpo? ¿Y jugar? ¿Y lo
esencial?
Lo esencial queda perverso queriendo esconderse por algun sector que
sea propenso a las garras del olvido.
Conozco el lugar del extraño, de la soledad
y la tragedia, del atentar contra la vida. De la busqueda del amor a través del
capricho y la perdida de una energía vital.
Si no me explicaron nunca que la locura no
significa amor y amor no significa locura y solo soy un extraño.
Un errante, un
mientras tanto; un fragil sin contensión, un dañino en combustión.
Si nadie nombra a los afectados y solo son
representación de insanidad y daño.
No soy una duda, una perdida, una loca o
una jodida, no soy torcida ni me hago ninguna pelicula. Me embarré en la
simbología del ser social y el lenguaje lineal que suponía la gran verdad.
La
paciencia se pierde y la ansiedad se vuelve cotidianidad.
Ese barro, enrealidad si era precioso y mi
noción oscura lo convirtió en material opaco y condicionado.
Yo me amo por luchar, me amo por querer, me
amo por creer. Soy graciosa cuando me mezo en la nobleza de un campo que no
tiene espinas, soy soledad calma cuando mi sangre viaja a mi favor, no tengo
envidia si sé que vos sos yo y yo soy vos.
Cuidame Sofía; cuidame ser en crecimiento,
porque cuando se haga muy tarde se hace dificil perdonar.
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